lunes, diciembre 03, 2007

Cinco días antes…

Llega y no entiende nada. Noches desveladas de ilusión fueron testigos de sus sueños. Vuelven a hablarle y hace un esfuerzo por comprender. Recuerda unas clases perdidas en un centro cultural inubicable con un par de apuntes, varios adultos y acentos raros. Nunca aprendió nada. No tomaban lista, pero asistía igual. Ahora dicen su nombre. “Si, soy yo!”, responde. Soñaba escuchar zamba sentada en un pequeñísimo bar con una temperatura elevada y un buen clima. Pero no hay daikiris, no permiten alcohol y la habitación es sólo para chicas. Cada noche se dormía pensando cómo sería estar fuera de casa y tener un lugar propio. Aunque quizás no se animara a irse. O estuviera esperando al príncipe que la montara en su caballo invisible y la lleve a la vuelta de la esquina. Para ir a clases sólo tiene que caminar un par de cuadras durante la hora de la siesta. Los fines de semana organizan viajes a la playa. Ella no se pierde ninguno. “Que venga mi mamá. Extraño a mis amigos”, piensa.


3 comentarios:

CAM dijo...

nosotros tambien te vamos a extrañar...

Gab dijo...

Es tu magica aventura....aqui estaremos esperando tooodos los chismes del viaje! Te quiero

Sabrina dijo...

Gracias amiguitos! Es lindo saber que están conmigo en esta aventura. Los quiero!